El distintivo ambiental es una manera de clasificar los vehículos en función de su eficiencia energética, teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los mismos.
La clasificación de los vehículos a través del distintivo ambiental tiene como objetivo discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y ser un instrumento eficaz al servicio de las políticas municipales, tanto restrictivas de tráfico en episodios de alta contaminación, como de promoción de nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente. En algunas ciudades ya se está utilizando este distintivo ambiental a la hora de restringir el tráfico en los días de alta contaminación, prohibiendo la circulación a los vehículos que carecen de él.
Si bien la obtención y colocación del distintivo es voluntaria, esta debe hacerse adherido la pegatina en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero, si se dispone de él. En su defecto (en el caso de motocicletas), en cualquier sitio visible del vehículo.
De color azul, se aplica a:
De color verde y azul, se aplica a:
De color verde, se aplica a:
Los vehículos de gasolina deben cumplir la norma Euro 4,5 y 6, y los diésel la Euro 6.
De color amarillo, se aplica a:
Puedes consultar si un vehículo cumple los requisitos que dan derecho a obtener algún tipo de distintivo ambiental conociendo la matrícula del mismo.
Coste del trámite gratuito.
El distintivo es válido para circular en España. Si vas a circular con su vehículo en Alemania, Austria, Dinamarca, Francia u otro país con sistema de catalogación ambiental, debes informarte antes de ir sobre si es necesario obtener un distintivo en el país al que viajas, cómo hacerlo y de los criterios para poder circular.
Una vez comprobado que tiene derecho a un distintivo ambiental, la adquisición y compra de los distintivos ambientales puede realizarse a través de:
La emisión de la etiqueta con el distintivo correspondiente tiene un coste de 5€. No obstante el precio puede verse incrementado con gastos de envío y otros conceptos, pudiendo variar de un vendedor a otro.
Actualmente, los coches con etiqueta B y C pueden circular libremente por las Zonas de Bajas Emisiones en España, excepto en la ZBE de especial protección en el centro de Madrid, donde sólo pueden circular pero no estacionar en las Zonas de Estacionamiento Regulado (SER).
En el resto del territorio nacional, todavía no hay restricciones a este tipo de vehículos, ni de circulación ni de aparcamiento, por lo que pueden circular libremente por los municipios.
Los coches con etiqueta B, todavía no tienen una fecha límite específica para dejar de circular en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
A partir del 1 de enero de 2025 ningún coche sin etiqueta podrá circular por Madrid, independientemente del empadronamiento del dueño. La única excepción afecta a los de reparto de mercancía, a los de personas con movilidad reducida, emergencias e históricos
La respuesta es SI, te contamos por qué te puede merecer la pena
Las restricciones de circulación limitan el movimiento de algunos vehículos, pero conviene no apresurarse al escoger un coche nuevo.
Las restricciones cada vez mayores a la circulación de ciertos vehículos, la implantación en las ciudades de más de 50.000 habitantes de Zonas de Bajas Emisiones y la futura prohibición, en toda la Unión Europea, de la venta de vehículos equipados con un motor de combustión han hecho dudar a muchos consumidores de la conveniencia o no de comprar nuevos turismos dotados de etiqueta medioambiental C.
Sin embargo, conviene no apresurarse a la hora de tomar una decisión, ya que a día de hoy existen muchas razones por las que adquirir un vehículo con distintivo C de la DGT todavía merece la pena. Aquí te vamos a explicar por qué.
¿Qué dice la Unión Europea?
Salvo nuevos cambios en las directrices marcadas desde Bruselas, 2035 es el año a partir del cual entrará en vigor la prohibición de vender nuevos vehículos dotados de motor de combustión y que usen gasolina o gasóleo. No obstante, y esta es una salvedad importante, estos sí podrán seguir conduciéndose hasta 2050, por lo que el amplio margen de tiempo no constituye impedimento alguno para la compra de estos vehículos.
Aunque el futuro de la movilidad motorizada parece ir claramente encaminada hacia los coches eléctricos, híbridos enchufables, con combustibles sintéticos, o de hidrógeno, entre otras energías, lo cierto es que la implantación de estas tecnologías avanza mucho más lentamente de lo inicialmente previsto. En España, por ejemplo, los eléctricos no representan ni siquiera el 10 % del total del mercado actual: faltan puntos de recarga, la población no está aún lo suficientemente formada en esta materia y tanto los vehículos eléctricos como híbridos son aún mucho más caros que los de combustión.
Por otro lado, la Unión Europea abrió la puerta el pasado mes de marzo a que los nuevos vehículos de combustión puedan ser vendidos más allá de 2035, siempre y cuando utilicen combustibles sintéticos elaborados a partir de fuentes de energía renovables. Una aplicación práctica que, sin embargo, todavía depende de la consecución de mayores avances que la hagan ser rentable y que pueda producirse a un precio asequible para el consumidor.
¿Qué sucede con las restricciones de circulación?
Ahora mismo, las únicas limitaciones de circulación que se van implementando en las ciudades españolas tienen que ver con algunas áreas localizadas dentro de las distintas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que se van introduciendo por todo el país y que, en cualquier caso, varían según el municipio.
Así, por ejemplo, en la ciudad de Madrid los vehículos que dispongan de etiqueta C pueden entrar y circular en el área urbana delimitada por el anillo de la M-30, y las restricciones solo afectan al Distrito Centro. Allí, estos vehículos no tienen permitido estacionar en la calle, y solo pueden acceder si van a aparcar en un parking público o privado, disponen de una reserva de estacionamiento o han recibido una invitación de una persona que reside dentro de la ZBE.
En cambio, en las Zonas de Bajas Emisiones de otros municipios, los vehículos con etiqueta C de la DGT sí pueden tanto acceder como estacionar. Es el caso de Barcelona, donde pueden acceder y estacionar libremente dentro de la ZBE de su área metropolitana. De hecho, esta solo impide el acceso a los que no disponen de etiqueta medioambiental, de lunes a viernes y de 7 de la mañana a 10 de la noche.
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